Nació en Cañuelas , Pcia Buenos Aires, Argentina en 1944.
Cursó estudios secundarios y terciarios en educación. Fue directora de escuelas durante 23 años.
Es autodidacta, si bien siempre le atrajo el dibujo y la pintura, recién comenzó a pintar cuadros en el año 1998. Autodidacta. Tomó numerosos cursos con diferentes profesores, perfeccionándose desde el año 2002 con el profesor Willy Beruti.
"Aunque siempre sentí atracción por el dibujo y la pintura, dediqué mi vida a la docencia siendo profesora y directora de escuelas. Recién en el año 2002 comencé a pintar sobre tela tomando clases desde esa fecha con el profesor Willy Beruti, siendo mi propósito en el año 2006 perfeccionar el dibujo y tomar clases con diferentes profesores para poder incursionar en otras temáticas". Aurora Tomeo
Texto realizado por Joan Lluís Montané de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, en ocasión a esta exposición:
Aurora Tomeo, una mirada a la belleza de la vida
Bodegones, casas de campo, pórticos entrañables, fincas camperas, pueblos de blancas paredes, antiguos pueblos de pescadores hoy convertidos en refugio emblemático frente al mar, flores silvestres, mariposa polinizando. Todo es expresión de la belleza, entendida dentro de conceptos clásicos, que surgen de la tradición, de la preponderancia de lo sutil.
Sus flores se expresan a través de primeros planos, porque busca el detalle, mostrando el barroquismo que las conforma, la intensidad del color, empleando el cromatismo con determinación, pero huyendo de cualquier tentación matérica.
Los paisajes están llenos de cielo y sol, luz, luces que auguran la fortaleza del sol, que transforman la forma de la composición en paisajes con casa que hacen las delicias de quienes buscan más allá de la forma, más acá de la apariencia, una definición de la realidad más acorde con el glamour de lo bello, contenido en lo esencial, sin renunciar a la naturalidad estudiada, a la disposición ordenada pero aparentemente sin retocar de las cosas, elementos y utensilios que conforman los paisajes.
Mientras que sus bodegones son sobrios, pero conteniendo elementos adornados con profusión barroca, con determinación señorial, para resaltar la importancia de los mismos, la fortaleza de los medios compositivos, en el sentido de ir más allá de la descripción. Busca la insinuación de determinados estadios de la conciencia, pretende hilvanar características que definen situaciones, que forman parte de su propia conciencia personal, extrapolándose a través de sus elementos.
Cuando capta paisajes de ensueño, lindos pueblos de pescadores con el mar en primer término, es su mente la que viaja diáfana, la que se muestra ufana, sin desórdenes, pretendiendo la armonía de la vida. Alcanza la luz, trabaja con la luz, que ilumina su obra, que le da carácter específico intrínseco en el sentido de resaltar sugerencias, actitudes, aspectos singulares de marcado cariz personal.
Sus flores son su lado más libre, salvaje entre comillas, que destacan por su libertad de colores, por su fidelidad a la realidad que las conforma, incluida la mariposa multicolor, señorial, que se posa, pretendiendo alcanzar la coronación por constancia en la cúspide de la flor, habiendo volado para estar en conexión.
La creación de Aurora Tomeo es realista, busca centrar la composición, empleando colores suaves, otros más intensos, también degradados de acuerdo con la escala de tonos que precisa para cada recoveco y ángulo determinado.
No hay nada fuera de lugar, porque trabaja con técnica depurada, buscando la exhibición del control compositivo, en el sentido de fomentar una obra de orden, que de elegancia a la belleza de lo representado. Porque su actitud entra claramente dentro de la mirada de la belleza de la vida.
La existencia está compuesta de elementos, características, situaciones, adjetivos, calificaciones, paisajes, seres, materias, elementos que son la expresión misma de las voluntades interiores. En este aspecto Aurora Tomeo es una pintora clásica que no renuncia a la obra centrada, que determina sus preferencias por lo bien hecho, entendiendo como tal la adscripción a aquellos aspectos de la realidad más ecuánimes y más armonizados.